miércoles, 26 de octubre de 2016

La duda, introducción...

Nos vamos a introducir en ese mundo mágico que es el mío, no quiero que me toméis por esa persona que muchas veces trato de aparentar, solo es un escudo de protección para ocultar mi propia debilidad. No me causa ningún pudor describirme así, porque pienso, que todos somos iguales, igual de imperfectos, de subjetivos, aunque aparentemos otra cosa.

Tengo varios blogs —cuadernos de bitácora— publicados, en algunos casos llevo años sin publicar en ellos, —la invasión de las redes sociales me ha llevado por otros pronunciamientos— tengo afán por contar por exteriorizar todos mis pensamientos y de ahí esa complejidad en todo lo que publico, pero sin haber logrado definirme, sin haber encontrado el sitio.

Me definiría como un trotamundos, pero tampoco es eso, solo he cambiado alguna vez de domicilio y para lo que algunos sería definirse como «inquietum asinum» apenas he salido poco más allá del umbral de mi casa.

Ante todo quiero ser sincero —cosa harto difícil— si no quiero dejar de ser él que soy; he intentado muchas veces expresarme con sinceridad pero la gente me toma por un chalado grandilocuente, charlatán o algo peor, los eruditos me corrigen para hollar en mis deficiencias y el vulgo me desprecia por mi arrogancia  —no soy ninguna cosa de las dos.

El caso es que he tomado una decisión, escribir y dejarme arrastrar por la deriva...todos tenemos un mundo mágico, así comenzaba mi alocución —si es que esta lo es— desarrollar, exteriorizar, buscar el momento, el como y el porqué para poder expresarlo, esa es la cuestión, «to be or not to be» 

Esta es la razón de este soliloquio, donde una palabra, una imagen sea suficiente, para despertar un sentimiento, de amor u odio, no quisiera dejarte indiferente.

Rafael.

«Es tu elección, todo puede ser una fabula o simplemente un estado de ficción»


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Si es para insultar mírate en el espejo, si es para opinar con respeto, se bienvenido.
Si es para discrepar discrepemos, si es para darme la razón no te molestes la tengo siempre.